domingo, 19 de diciembre de 2010

La reforma de la Educación Secundaria: la experiencia de España


Las reformas educativas en nuestro país así como en muchos otros, tienden a la mejora de múltiples aspectos que conforman el entramado concepto de educación; con la eminente globalización resulta común encontrar aspectos cada vez más similares entre propuestas de reformas educativas de un país a otro. En el caso de México, España ha sido el eterno modelo a seguir, tomando de dicho país paradigmas que son aplicados al nuestro sin siquiera medir las consecuencias del impacto que puede ocasionar, puesto que lo importante para nuestras autoridades educativas en turno es dejar su huella, su “gran” aporte a la educación de este diverso país que es México.

Como el propio autor en su crítica a la Reforma Educativa, que fue puesta en marcha en España, lo plantea “en definitiva, es el entorno de cada país, la propia historia, la cultura y la tradición educativa de cada uno lo que no puede ser olvidado. No es posible exportar experiencias sin más, sino que cada país debe partir de su propia experiencia y de su propia reflexión” concuerdo totalmente con lo que expresó Álvaro Marchesi en 1995, cada país tiene y debe tomar como punto de partida la situación real en la que se encuentran todos los sectores que componen su sociedad para diseñar a partir de ello una serie de estrategias diferenciadas que coadyuven al logro de una sociedad cada vez más equitativa.

Ante ello, comparar el desarrollo de México con relación a otros países que se configuran de una manera totalmente distinta a la nuestra, por ejemplo nuestro ingreso a la OCDE, resulta desastroso y para nada fructífero en materia de avance no sólo educativo sino también económico y social. De este modo sostengo que antes de engrosar las filas de países con intentos de convertirse en desarrollados, debemos dar un vistazo a las condiciones tan deplorables en las que vive gran parte de nuestra población mexicana. Lo prioritario para nuestras autoridades en todos sus sentidos entonces debería ser garantizar en todos los estratos sociales el cubrimiento de las necesidades básicas de subsistencia, paralelo al desarrollo de nuevos modelos educativos que atiendan las necesidades de cada contexto claro está.

La desigualdad en la distribución de los recursos en México es una práctica que merma cualquier intento de cambio social y mientras esto siga existiendo de una manera tan evidente el avance simplemente no podrá llevarse a cabo. Es así como debemos detenernos a repensar qué y cómo estamos haciendo nuestro trabajo, si de verdad estamos contribuyendo a algún cambio o si lo haremos en un futuro. Puesto que la educación es la base gestora de todo cambio y los maestros somos piezas fundamentales en ello.

Elaboró: Ana Victoria Benito Lagunes

Referencia: Marchesi, Álvaro (1995), “La reforma de la educación secundaria: la experiencia de España”, en Revista Iberoamericana de Educación, núm. 9, Madrid, Organización de Estados Iberoame-ricanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, pp. 77-90.

sábado, 18 de diciembre de 2010

“La zona nebulosa de la Educación Básica”


Telesecundaria Nuevo Yibeljoj Chenalho Chiapas, Méx.

La Educación Secundaria es el nivel más complejo de todos los que conforman la organización de la Educación en nuestro país, ya que su estructura resulta ser indefinida, puesto que su misión aún sigue siendo la de preparar a los futuros ciudadanos y proporcionar las bases para orientarlos hacia una vida productiva, y peor aún que ambas funciones son desarrolladas deficientemente.
Desde sus inicios se manejó que la Educación Secundaria debía ser una escuela para adolescentes, pero el hecho de tener un papel propedéutico y terminal, la ha condenado. Tales son los casos de las modalidades que conforman la Educación Secundaria (Técnica, General y Telesecundaria) las cuales fueron creadas con diferentes visiones, en su caso la Técnica y General para alumnos que no están en condiciones de obtener un adiestramiento superior, y la Telesecundaria para poder tener más cobertura.
También se consideran aspectos como acumulación de conocimientos y el número excesivo de materias, puesto que se espera que los alumnos asimilen una gran cantidad de información de cada una de las materias que, por otra parte, dada la organización de la secundaria, raras veces se relacionan entre sí. Pero la organización de esas áreas no es el debate de fondo, sino  el hecho de lograr que su contenido sea verdaderamente formativo y significativo para el alumno.
El hecho que la educación secundaria, por sus propias características, debe estar abierta a la sociedad, a las opciones y sistemas de colaboración que puedan surgir, a nuevas experiencias para los alumnos, el hecho de conseguir que el centro educativo tenga una estrecha relación con otras instituciones, la participación de la sociedad y de la comunidad educativa, así como esa sensibilidad para favorecer la compensación de las desigualdades, es también de lo que se busca en nuestra Educación Mexicana que se encuentra carente de equidad, de calidad, de ese compromiso por parte del Estado y algunos actores del sector educativo.
A decir verdad  el problema radica en ese sentido y debate político en que se ven inmersos los maestros, es una práctica que está afectando todo el sistema educativo, ya que la política laboral para muchos es de más relevancia que la misma enseñanza en el aula, el hecho que el Sindicato mayoritario sea quien se encargue de las reformas en la educación es el detonante para que nuestros sistema educativo no logre querer hacer ese cambio.

Sandoval, Etelvina (1994), “La zona nebulosa de la educación básica” en Huaxyácac. Revista de educación, año I, núm. 3, mayo-agosto, Oaxaca, IEEPO, pp. 6-9.
Elaboró: Luís Alberto Del Rivero Sánchez

martes, 16 de noviembre de 2010

La secundaria, una agenda para la acción

Entender la calidad como un objeto deseable, conlleva a replantearse de forma constante qué aspectos deben mejorarse en todo sistema educativo. Como es bien sabido, la escuela fue creada para transmitir una serie de valores acordes a una organización institucional tradicional relacionada con la conformación de un proyecto de nación, pero el proceso de cambio social actual nos obliga a reformular las preguntas sobre los fines de la educación sobre quiénes asumen la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones y sobre qué legado cultural, qué valores, qué concepción de hombre y de sociedad deseamos transmitir.

De esta manera, partimos de la base de que aceptamos un proceso de transformación en el ámbito educativo y social, que nos muestra la aparición de nuevas formas de organización. En este tenor, conviene destacar cuán importante es establecer un marco de acción donde se configuren aquellas metas encaminadas a preparar a los estudiantes para el mundo transformado (Boyer, 1983).
De acuerdo al conjunto de prioridades establecidas en la agenda de acciones del sistema estadounidense, puedo identificar una abundante similitud con aquellas propuestas que desde décadas pasadas, se han pretendido llevar a cabo en nuestro país. Si bien, las ideas planteadas por Boyer están diseñadas en la búsqueda de la excelencia en la educación de su país, es notable que éstas deberían ser la prioridad en cualquier sistema educativo, si lo aterrizamos al nuestro, es evidente que estaríamos hablando de un incremento en calidad educativa sin embargo, por las condiciones de tipo económico, político y social del mismo éstas, nos hacen pensar que sería una verdadera utopía el llevarse a cabo dicha aplicación.

Si duda alguna, pensar en una definición de metas y propósitos claros para todos los involucrados en el proceso educativo, un currículo firmemente consolidado, que coadyuve en un sentido amplio el fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, pensar en una real iniciativa de renovación de la profesión con finalidades claras del por qué y para qué es necesaria, aunado a un liderazgo pertinente de autoridades educativas y escolares, además de un compromiso institucional y público, conformarían la clave para mejorar las condiciones de la educación de México.

Ahora bien, ¿Cómo contribuir en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa?, es una interrogante fácil de responder pero muy difícil de llevar a cabo. Por lo general, como estudiantes, como maestros y como miembros de la propia sociedad, estamos acostumbrados a que nos den todo en la mano, a no dar más de aquello que obtenemos.

Ante esta realidad de todos los tiempos y que impera en nuestros días, es menester que como estudiantes normalistas y futuros profesionales de la educación, vayamos consolidando una mentalidad conscientizadora, reconociendo ante todo que nuestro país actualmente sigue combatiendo el enorme monstro de la ignorancia. Por ello, debemos adquirir responsabilidad de lo que implica formar y educar a miles de niños y jóvenes además de, compromiso para favorecer y propiciar el trabajo colegiado, la formación continua y profesionalización, todo esto como parte fundamental de quienes estamos involucrados en la educación.

En este sentido, debemos entender que la calidad requiere de la contribución de todos, porque los beneficios de ésta son para todos, convendría realmente cuestionarnos ¿de qué manera estamos contribuyendo para alcanzarla?


Boyer, Ernest L. (1983), [“La secundaria, una agenda para la acción”] “High school: An agenda for action”, en High school. A report on secondary education in America, Nueva York, Harper & Row, Publishers, pp. 301-319.


Por Maryneé Guadalupe Delgado Rodríguez

domingo, 14 de noviembre de 2010

"EL CURRICULUM DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA EN AMÉRICA LATINA: LA VISIÓN DE LOS ESPECIALISTAS"


A solicitud de la Oficina Internacional de Educación (OIE) se llevó a cabo la conferencia que lleva por nombre el titulo de este texto aquí presentado. El propósito de la misma es iniciar un diálogo  así como un proceso de cooperativo a nivel internacional enfocado a las nuevas tendencias mundiales sobre los cambios curriculares en la educación secundaria latinoamericana situado en la década de los 90.

Las grandes tendencias del desarrollo contemporáneo y América Latina

En primer lugar se habla de la globalización y como su incidencia es tal en la sociedad a grado de modificar las características y comportamientos de la masa colectiva para adaptarse a ella, surgen tendencias de desarrollo que atañen a diversos ámbitos; económico, social y cultural los cuales afectan y condicionan las posibles alternativas existentes para satisfacer las necesidades humanas de la población, particularmente las educativas.
Es posible tomar como punto de partida, una vez conocidas las tendencias, cuales son los desafíos a los que se enfrenta la educación secundaria y que respuestas se están proporcionando para atenderlas, por otra parte tenemos la cuestión de que en el mundo se llevan a cabo diversos procesos económicos, de los cuales la disminución del volumen de trabajo disponible y necesario para la satisfacción de las necesidades básicas de la población, el cual  influye en gran medida en los adolescentes que aún se están formando ya que se retrasa su inserción al campo laboral, entonces surge la disyuntiva que obliga a plantearse acerca de la cuestión de las finalidades de la educación secundaria. Cito a continuación un apartado del plan y programas de estudios de Educación secundaria.

“La finalidad de la Educación Secundaria Obligatoria es transmitir a los alumnos los elementos básicos de la cultura, especialmente en sus aspectos científico, tecnológico y humanístico; afianzar en ellos hábitos de estudio y trabajo que favorezcan el aprendizaje autónomo y el desarrollo de sus capacidades, formarlos para que asuman sus deberes y ejerzan sus derechos y prepararlos para su incorporación a estudios posteriores y para su inserción laboral”

Tomando en cuenta la ultima parte. ¿Es necesario e incluso pertinente seguir formando a los adolescentes aún cuando no existan espacios para desarrollarse laboralmente? ¿Será necesario replantear las finalidades de la educación secundaria? ¿Nosotros como docentes que podemos hacer ante esta problemática?


Cecilia Braslavsky (1999), “Presentación”, “Introducción”, “Las grandes tendencias del desarrollo contemporáneo y América Latina” y “El nuevo sentido de la educación secundaria: formar competencias e identidades”, en La educación secundaria y el curriculum en América Latina: nuevas tendencias y cambios. Informe final del seminario organizado por la Oficina Internacional de la Educación, que tuvo lugar en el Instituto Internacional para la Planeación Educativa, los días 2 y 3 de septiembre de 1999 en Buenos Aires, Argentina. Ginebra, Oficina Internacional de la Educación, pp. 3, 4, 6-10 y 14-15.


Elaborado por Anyulli Martínez del Angel.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Las pruebas del oficio


Francois Dubet y Marie Duru Bellat


"El malestar de los profesores de secundaria surge de la fractura que separa un modelo y un ideal, proyectado en el pasado, de las prácticas cotidianas"

De todas las carreras destinadas al servicio, la profesión de ser maestro es la que mayores implicaciones tiene en la sociedad de cualquier país. Ser maestro ocasiona una constante lucha entre el ideal que se tiene del mismo y los crudos resultados obtenidos en la práctica educativa, lo anterior conlleva a un sentimiento de fracaso y a una estigmatización de la profesión docente.

Antes de juzgar a los profesores resulta preciso conocer las situaciones a las que se enfrentan día con día dentro del aula. En un primer momento la universalización de la educación resulta una condición determinante para las problemáticas que el texto plantea, conceder a todos la posibilidad de ingresar a este nivel resulta una afirmación congruente con una sociedad democrática en la que el sentido de igualdad de oportunidades como base para el desarrollo está muy presente, sin embargo existe la otra cara de la moneda aquella que dista del discurso educativo que tanto emplean las autoridades educativas cuando proponen una educación para todos, y es que, aterrizar un currículo preestablecido en el que se proponen contenidos y una metodología de eneñanza, que en teoría debe funcionar para el logro de aprendizajes significativos en los alumnos, confiere al docente frente a grupo un gran trabajo que no siempre es bien logrado debido a las variadas situaciones que como profesores podemos encontrar en nuestro grupo.

Esa es la realidad del profesorado una constante búsqueda de equilibrio sin embargo en esta búsqueda de equilibrio (unificación) se llega a limitar el desarrollo de los más adelantados es entonces donde surge la idea de seleccionar y crear grupos homogénicos ante los cuales también se presentan problemáticas y se llega a necesitar de la heterogeneidad. Es así como la existencia de la diversidad dentro del aula resulta innegable; más que preocuparse, el profesorado debe ocuparse en la adaptación de estrategias que le permitan encontrar un balance que no implique la limitación del desarrollo cognitivo de los alumnos más avanzados y sí una motivación para aquellos que no lo estén.

Elaborado por: Ana Victoria Benito Lagunes

Referencia: Dubet François y Marie Duru-Bellat (2000), [“Las pruebas del oficio”] “Les épreuves du métier”, en L´hipocrisie scolaire. Pour un collège en fin démocratique, París, Éditions du Seuil, pp. 17-41.

lunes, 25 de octubre de 2010

Un caso común, nada especial



“Él solo aprende las respuestas y resuelve los exámenes. Sobra decir que ha olvidado la mayoría de las respuestas que una vez ´conoció´ lo suficiente para pasar, a veces brillantemente.”
¿Para qué existe la escuela? Es una pregunta que nos deberíamos plantear todos los miembros de la sociedad en tiempos donde las disfunciones, problemas y contrariedades pesan más en el panorama de los futuros ciudadanos.
¿Qué pasa en la escuela que los niños y jóvenes se ven en la necesidad de aprender respuestas mecánicas para pasar pruebas aún más estandarizadas? Sucede que los contenidos que ofrece se han desvirtuado a los ojos de los estudiantes, se antojan desligados de su contexto y sin aplicación práctica en su vida presente y futura.
Los alumnos, por no calificarlos como estudiantes, se enteran que al día siguiente hay exámenes. Esa  noche se ponen a repasar los temas abordados, revisan todo lo que no hicieron en un bimestre, incluso formulan mecanismos para aprenderse las respuestas de manera textual, y después de que ven su boleta, una sonrisa se esboza en su rostro. Pero cuestionémosles sobre los contenidos y es muy probable que no lo recuerden, ese fenómeno no es culpa de ellos sino de los docentes y del mismo sistema que exige ese tipo de  contestaciones.
Los docentes debemos propiciar un ambiente donde la reflexión y la crítica sean la panacea del nuevo ciudadano. Un hombre capaz de cuestionarse, deliberar y ofrecer soluciones a sus problemas personales y contextuales. ¿Cómo lograrlo? Empezando a reflexionar y comprender en uno mismo.

Goodman, Paul (1985), “Un caso común, nada especial” en Olac Fuentes Molinar (comp.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, SEP/El Caballito, pp. 65-88.
Por José Luis Manguila García

El universo discursivo en el cual se crece





“La máquina social no requiere ni desea que la juventud encuentre su identidad y vocación; se interesa solamente por la aptitud. No desea una nueva iniciativa, sino la conformidad”.
La máquina social no desea que la juventud encuentre su identidad, porque generalmente cuando se le encuentra a estas edades es fermento de ideas radicales y reaccionarias contra el sistema impuesto por los adultos. Una revolución natural del adolescente que se percata de la explotación, represión  y aprovechamiento que los distintos mecanismos despliegan sobre el “mercado” más propicio.
¿Pero qué sucede con aquellos jóvenes que habiendo encontrado su identidad se conforman con lo que les ofrece el sistema? Se vuelven tímidos, desconcertados y hambrientos sexualmente, consumen banalmente todas sus horas y están a la expectativa de la corrección que el adulto haga sobre sus actitudes y comportamiento. Tal pareciera que simular, sería la alternativa más factible para mimetizarse en el ambiente y continuar reproduciendo el orden imperante.
El adolescente vive una gran disyuntiva: lo que su carácter, temperamento y sentimientos le indica que puede realizar y lo que la sociedad impone como valores que ni siquiera respeta ella misma. Ante ese universo discursivo en el cual se crece, el apoyo de los docentes como andamio reflexivo y crítico es fundamental para lograr miembros conscientes que no perpetúen los viciados mecanismos de funcionamiento social.
Goodman, Paul (1985), “El universo discursivo en el cual se crece” en Olac Fuentes Molinar (comp.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, SEP/El Caballito, pp. 65-88.
Por José Luis Manguila García

Una Nueva Política de Progreso



El acto de limitar e ignorar los derechos fundamentales de todo individuo o de un grupo social por el color de su piel, origen étnico, sexo o preferencia sexual es y ha sido uno de los mayores problemas que han existido en la historia y en la propia actualidad. La discriminación e intolerancia hacia lo contemplado como “diferente”, conforman en nuestras sociedades un largo y complejo camino por abatir, ante la cultura de rechazo y segregación aun imperante a nivel mundial.

Durante la segunda mitad del siglo XX, una serie de movimientos sociales encabezados por grupos de protesta, manifestaron su inconformidad ante las injusticias que éstos protagonizaban entre la población estadounidense. Fue entonces, que alzaron la voz en diversos escenarios con la convicción de exhibir las desigualdades de tipo económico, político y social de las cuales eran víctimas. Feministas, afroamericanos, minusválidos, hispanos y nativos americanos, marcharon hacia un largo camino en defensa de sus derechos y la lucha en contra de la segregación presente en ese entonces.

Un proceso, sin duda alguna difícil por las disputas surgidas entre miembros de tales grupos y el resto de la población estadounidense e inspirado por ideas de líderes denominados “activistas”, quienes pugnaron juntos por un “progreso” en todos los sentidos, escudándose en que la educación constituiría la clave para el logro del mismo. Las diversas propuestas, encaminadas hacia el establecimiento de escuelas públicas que abrieran sus puertas a todo ciudadano sin distinción alguna, fue convirtiéndose poco a poco en realidad, aunque surgieran con ello numerosas aristas que pusieran a prueba qué tan eficiente había sido el denominado “progreso” alcanzado hasta el momento.

La educación, vista como el instrumento más poderoso que ayudaría a velar por una desegregación, no sólo fue vista como un canal hacia la disminución de las desigualdades de oportunidades propias de la época, sino como una herramienta para el avance de la sociedad estadounidense como tal en las siguientes décadas.

Ahora bien, la lucha contra el imperialismo cultural estadounidense de todos los tiempos, ha permitido entender de nuestra parte que el progreso en su sentido amplio no se logró como tal y que es muy ambicioso pretender que éste, se llevará a cabo en un momento determinado. El presente de Estados Unidos, afronta más que un problema de oportunidad educativa. En los últimos años, la desigualdad y exclusión en dicho país se ha venido acentuando. Cada vez, se incrementa la diferencia entre ricos y pobres, por tanto las consecuencias de esta situación son múltiples y ya están produciendo importantes cambios en la dinámica económica, la estructura social y la participación política.

Entendiendo que los derechos humanos, son privilegios que todos gozamos y que son la libertad e igualdad, aquellos principios que promueven el aprecio por los mismos, resulta preocupante cómo en dicho país se ignoran éstos y se da apertura a la discriminación, intolerancia y exclusión entre quienes conforman parte de su estructura social.

Considero que el conocimiento de las diversas manifestaciones culturales, el respeto de los derechos humanos y el fomento de la pluralidad de ideas y opiniones son algunas formas de acabar con los prejuicios y la intolerancia, no solo de Estados Unidos sino del mundo, pues es mediante una actitud receptiva y abierta que pienso, puede terminarse con aquellos problemas que limitan la convivencia humana en todos sus sentidos. 

Por: Maryneé Guadalupe Delgado Rodríguez

Tyack, David y Larry Cuban (2000), “Una nueva política de progreso”, en En busca de la utopía. Un siglo de reformas en las escuelas públicas, México FCE/SEP (Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 55-60.

La trampa universal



La educación es una función natural de la comunidad que se da inevitablemente, ya que los jóvenes van creciendo a partir de los conocimientos de los mayores. La escolaridad formal fue un auxiliar razonable de este proceso inevitable en estos años de fuertes corrientes.
Las escuelas públicas de los Estados unidos han ejercido una fuerza poderosa y benigna para democratizar a una enorme población heterogénea. Pero el verdadero sentido de esa educación es formar y educar su sociedad y su “desarrollo individual”. Pero se pensó que el hecho de seguir valorándolas igual, cuando las condiciones habían cambiado se volvió una trampa universal y la democracia comenzó a aparecer como una reglamentación siendo esta una visión distinta la que obsequiaba la escuela.
Por lo que las escuelas casi han dejado de ser y de representar cualquier valor humano; más bien se habían adaptado con sencillez a un sistema mecánico, y se cuestionaba si sus jóvenes debían seguir en la escuela puesto que era nada formativa, cabe declarar que había una preocupación por la educación por lo que se llegó a la idea de darles una oportunidad para que tuvieran un futuro más decente y prometedor.
En este contexto la escuela se consideraba como una de las instituciones más legítimas y confiables, pero esa percepción se modifico en un objeto de denuncia y crítica social, calificándola de promotora de la ideología y valores de un grupo dominante, que no respondía a las necesidades de un sistema, por lo que se encontraba al margen de las necesidades de los sujetos en formación. Ubicando a la escuela en un nuevo contexto, diferenciado por problemas sociales y políticos. Cabe destacar que la visión presentada lleva a la conceptualización de la escuela como un medio que produce mediocridad y conformismo, que impide tanto la independencia como la originalidad de pensamiento y que contribuye a la injusticia social y a la discriminación. A decir verdad hubo una crítica a la escuela por una corriente radical, que género la necesidad de pensar en una posibilidad más constructiva, que considere las contradicciones que la sociedad encarna, producto de una “revolución cultural.
 Elaboró: Luis Alberto Del Rivero Sánchez

Referencia:
Goodman, Paul (1985), “La trampa universal” en Olac Fuentes Molinar (comp.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, SEP/El Caballito, pp. 65-88.

viernes, 1 de octubre de 2010

"Informe Spens"




Surgió en 1938 para dar solución al problema existente en el sistema educativo desde ya varios años atrás, lo que buscaba principalmente era otorgar una educación de calidad priorizando las necesidades e intereses de los alumnos, demandaba  mantener una estructura básica para todas las escuelas, de este modo al terminar de la educación postprimaria los egresados tenían mayores oportunidades de encontrar un trabajo remunerado que les procurase un futuro seguro para poder subsistir ulteriormente, finalmente se aprobó la existencia de escuelas multilaterales, las cuales se encargarían de cumplir parte de los objetivos determinados anteriormente.
            Otra de las recomendaciones por parte del comité Spens era que los salarios otorgados a los docentes dependieran principalmente de su calidad como profesionales, es decir, tomando en cuenta su capacidad y experiencia al impartir su enseñanza. Si nos enfocamos en este punto, es notable como tal problemática ha sido una constante  en el sistema, no solo en el inglés del siglo XX, sino en el mexicano de hoy. Una realidad, un secreto a voces, del cual todos conocen pero ninguno toma acciones para recomponerlo, pues son los mismos integrantes del magisterio los que más se verían afectados, debido a que se evaluarían y determinarían sus salarios de acuerdo a su desempeño en las aulas, la calidad de su trabajo y la aportación al beneficio de la comunidad.  
Elaboró Anyulli Martínez del Angel
 REFERENCIA: Bernbaum, Gerald (1971), [“La expansión de la educación secundaria”"El Informe Spens"] “The expansion of secondary education” en Social changes and the schools, 1918-1944, London, Routledge and Kegan Paul, pp. 38-51.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Una revolución silenciosa?


 Pareciera que durante las primeras cuatro décadas del siglo XX, el rumbo del sistema educativo inglés se decidió entre debates, discursos, comisiones e informes. Pareciera, también, que la mayoría se quedó en la palabra, en los argumentos.  Sin embargo esto  no fue así, puesto que el avance ya estaba trazado y el perfeccionamiento de la educación secundaria para adolescentes era un tema imparable.
La incorporación de algunas ideas propuestas en los informes dio al sistema educativo inglés una configuración digna de ser adaptada a países con situaciones similares. Los factores que desembocaron en la aceptación de la secundaria inglesa fueron de tipo:
·         Social: El reconocimiento de que la educación es sinónimo de movilidad social, y permite a los miembros jóvenes de la familia ocupar puestos más altos que el obtenido por los padres. Aumento de la proporción de alumnos de clase obrera en las grammar schools que desafiaron el predominio de la clase media.
·         Económico: Más y más personas tuvieron la oportunidad de utilizar parte de su aumentado ingreso para ofrecer una escolaridad extendida a sus hijos. La diversidad de ocupaciones exigía cierto nivel general de capacidad en alguna área de formación.
·         Políticas: El partido detractor de las modificaciones y apoyo infraestructural a la secundaria (el conservador) dio su apoyo, después de haber argumentado durante el periodo de guerras que la mayor inversión debía darse en sectores como el de salud o la industria bélica.
La revolución silenciosa de la secundaria inglesa dejó su lego para la posteridad y para otros países. Asentó que el maestro de todas las materias debía ser reemplazado por maestros con especialización en una disciplina y que los exámenes de ingreso debían sujetarse al currículo y no determinarlo.
Respecto al último párrafo vale la pena comentar, el retroceso que en la práctica se ve en la educación mexicana, donde la constante aplicación de exámenes para determinar el logro de los alumnos y así obtener dadivas de alguna organización, ha provocado la malversación de las clases en el aula, donde se prioriza la preparación para aplicar las pruebas y no un avance por el simple hecho de cumplir con un currículo.
Para la reflexión queda la siguiente cita obtenida del Plan de Estudios 2006 de educación secundaria:
La evaluación es un proceso continuo de obtención de información que no se reduce a la aplicación periódica de pruebas. Por lo cual es necesario, dentro de lo posible, eliminar las actividades que no promueven el aprendizaje, tales como dedicar tiempos especiales a preparar a los alumnos para la resolución de exámenes, o proporcionarles “guías de estudio” que sólo sirven para memori­zar información y pasar un examen.

Elaboró José Luis Manguila García
REFERENCIAS: Bernbaum, Gerald (1971), “A silent revolution’”, en Social changes and the schools, 1918-1944, London, Routledge and Kegan Paul, pp. 73-92. SEP (2006), “Evaluación” en Educación Básica. Secundaria. Plan de Estudios 2006, SEP, México, p.53

La expansión de la educación secundaria



Cuando un país pasa por un conflicto bélico, sus efuerzos físicos y económicos se encuentran totalmente enfocados al desarrollo del mismo. Es por ello que se desatienden otros aspectos como el educativo al menos por un cierto periodo ya que finalmente, después de la tormenta, es a través de la educación como los gobiernos reestablecen el orden de la sociedad, llega la "calma".

Algo similar es lo que ocurrió en Inglaterra, ya que durante el periodo de entre guerras el sector educativo permaneció desatendido y por ende la población joven de este país desertaba o no asistiía a las instituciones públicas sin embargo esta situación cambió antes de 1918 pues la población se percató de la ventajas implícitas en el hecho de que sus hijos adquirieran un mayor grado de escolaridad por ejemplo: una mejor remuneración económica, un empleo seguro entre otras. De esta manera, la sociedad demandó al gobierno la creación de más escuelas que atendieran las diversas y urgentes necesidades de los estudiantes que asistirían a ellas.

Asimismo la preocupación del gobierno por este incremento en la demanda y su incapacidad por atenderla, dio lugar al Informe del Comité Consultivo de la Junta de Educación , más conocido como el Informe Hadow. Este informe propuso diversas modificaciones a la estructura educativa que se manejaba entre ellas se encontraban recomendaciones/suegrencias con las cuales la atención a la demanda y a las necesecidades de los alumnos, de todos los estratos sociales, se llevaría a cabo de manera eficiente y eficaz. Entre sus propuestas destaca un límite para terminar la escuela primaria y una variedad de educación en lo que respecta a la escuela postprimaria ya que algunos alumnos podrían terminarla a los 16 años aproximadamente, otros pocos a los 18 o 19 y para la mayoría a los 14 o 15 años; entre las escuelas que proponía destacan: grammar schools, Escuelas centrales selectivas, Escuelas centrales no selectivas y las Clases senior.

El Informe Hadow se enfrentó a diversos obstáculos ya que trastocaba intereses particulares por lo que varias de sus propuestas fueron descartadas por uno u otro motivo, un ejemplo de ello fue la pugna por estableblecer una Escuela de "tendencias múltiples" la cual atendería la necesidad de considerar la etapa secundaria de la escuela como una sola entidad total  a través de "grandes escuelas que contuvieran  departamentos de diversos tipos, para permitir a cada niño cultivar de la mejor manera sus aptitudes especiales, facilitar las transferencias cuando fuesen deseables".

En conclusión, el Informe Hadow se quedó en un buen intento de cambiar la situación educativa de Inglaterra y digo en un intento porque poco a poco los intereses particulares lo fueron permeando y en cierto modo debilitando ya que cuando sus propuestas implicaban un cambio en tradiciones tan arraigadas como las grammar schools, éste modificaba dichas propuestas con tal de no verse afectado por la hegemonía de las clases dominantes. Así como el Informe Hadow, en México han existido innumerables reformas que terminan cediendo ante las clases predominantes de nuestro país, y así como en Inglaterra, los intentos por lograr una cobertura total, por que la escuela incorpore las necesidades de sus estudiantes y que además la oportunidad de ingresar a una institución educativa se generalice en todos los estratos sociales, no resulta algo novedoso ni exclusivo de un sexenio en particular.

Elaboró: Ana Victoria Benito Lagunes



REFERENCIA: Bernbaum, Gerald (1971), [“La expansión de la educación secundaria”] “The expansion of secondary education” en Social changes and the schools, 1918-1944, London, Routledge and Kegan Paul, pp. 38-51.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El progreso de la educación secundaria

El informe Spens. La escuela multilateral y la escuela base. El informe Norwood.


 

Hablar del inicio de la educación en Inglaterra es retomar los informes y/o decretos que se realizaron en pro de la educación para adolescentes en ese país, todo esto se dio a lo largo de cuatro décadas; los ingleses enfrentaron una serie de procesos sociales y económicos de los que derivó la reorganización de la educación para los adolescentes. El tema permite analizar los antecedentes de la reorganización de la escuela secundaria, la emisión de varios informes o decretos y la expedición de la Ley de Educación de 1944, que declara la universalización de la educación hasta los 15 años. Por lo que el inicio del informe Hadow fue el parteagua de la educación secundaria en Inglaterra, pero la  aparición del decreto Spens y el Norwood terminó aboliendo al Hadow, por lo que en 1938, con la publicación del Informe Spens o Informe sobre la educación secundaria y en 1943 con el Informe Norwood se avanza y enriquece el camino señalado por el Informe Hadow.

Cabe mencionar, que durante éstas etapas del proceso de reorganización de la educación para los adolescentes, la sociedad inglesa debatió aspectos como la educación diferencial. La oferta dio la pauta para discutir en torno a la organización y relación entre las escuelas secundarias según su tipo, instituido en 1926; la identidad entre las escuelas secundarias de diversos tipos para que tuvieran el mismo valor académico, la posibilidad de crear una secundaria multilateral que formara en un sólo plantel, mediante un tronco común, la adecuación de los programas escolares y la libertad de elección de los temas de estudio, la acreditación de los estudios.

Por lo que hay que recuperar que el Informe Hadow, exponía una nueva organización de la educación secundaria, programas de estudio distintos y otra secuencia de grados para la escuela que se cursará después de la primaria, dándole un nuevo significado y perspectiva a la educación secundaria.
El criterio que regía cada tipo de escuela secundaria se basaba en el perfil formativo que pretendía lograr: la grammar school tenía un programa predominantemente literario o científico; la escuela moderna se reorganizaba como una escuela de corte “práctico”, aunque no necesariamente vocacional, y la senior classes, conformada por cursos para que los niños de escuelas elementales, que no asistirían a una grammar school o a una escuela moderna, pudieran continuar estudios postprimarios. Para determinar a qué tipo de escuela secundaria ingresarían, los adolescentes presentaban un examen qué los seleccionaba según sus capacidades, habilidades y conocimientos.
 Para esto la escuela multilateral proponía una educación general a los alumnos mayores de 11 años en cierta área específica para los de trece o catorce años puedan seguir con los cursos que mejor se adapten a sus necesidades y capacidades individuales. Para ello a las escuelas base se colocarían cerca de un gran espacio abierto que incluirá agua y bosque, si era posible. Abría una galería de arte, una sala de conciertos con un escenario, salones para manualidades, un gimnasio, una cafetería, y una capilla, consultorios médicos con médicos y enfermeras de tiempo completo. Campos de juego albercas, jardines y tierras de cultivo. Incluso se podría proporcionar habitación, esto era una vicion muy amplia del desarrollo integral de los adolescente para la época y la crisis que se estaba viviendo.
A final de cuentas la premisa era que la escuela se adaptara a las necesidades y logros de los individuos de entre 11 y 15 años porque, principalmente en éste rango de edad, los seres humanos experimentan cambios en su vida que la escuela debía considerar.

Por: Luis Alberto Del Rivero Sánchez
Barnard, H. C. (1971), [“El sistema nacional de educación”, “Un nuevo concepto de educación ‘secundaria’” y “El progreso de la educación secundaria”], “A national sistem of education”, “A new conception of ‘secondary’ education” y “The progress of secondary education”, en A history of English education from 1760, London, University of London Press, pp. 204-211, 231-239 y 259-270.

Un nuevo concepto de educación "secundaria"

El Decreto Fisher y el Informe Hadow. Reorganización y el Decreto de 1936



La educación secundaria, nace en Inglaterra bajo el escenario de reconstrucción nacional  proveniente de un conflicto social, me refiero a la primera guerra mundial, surgida durante las primeras  décadas del siglo XX. Desde esta perspectiva, se dio apertura a abordar los problemas educativos de la nación, como medida para fortalecer un proyecto de restauración en el país, considerando el restablecimiento del sistema educativo.  Para ello, la educación como tal correspondió a diversas acciones encaminadas a cubrir las necesidades surgidas en ese entonces, al ser vista por muchos como la salvación para el emprendimiento de nuevas aspiraciones y deseos de superación del pueblo inglés.
En este tenor, la educación fue concebida en estructuras o niveles bajo finalidades educativas específicas, las cuales se vieron resguardadas mediante la constitución de una serie de disposiciones plasmadas en decretos, leyes y discutidas por juntas y comités que dieron la pauta a un nuevo concepto de enseñanza y formación que se requería para entonces.
La iniciativa de destinar a la población adolescente una educación especial resguardada en un enfoque práctico, quedó plasmada en el Informe Hadow el cual,  coadyuvó considerablemente en la conformación de  instituciones que les facilitara  a los jóvenes formarse académicamente de acuerdo a sus necesidades. De esta manera, la escuela secundaria  fue designada como  la clave para la atención e instrucción del joven. 
Sin embargo, no bastaría solo con iniciar el movimiento para constitución de la escuela para adolescentes, serían muchas las problemáticas por enfrentar y abatir, de entre ellas el establecimiento de un plan y programa que fuera acorde con lo que se pretendía ofertar en dichos espacios, el buscar los medios para solventar los gastos que traería consigo, la respuesta a la demanda de la población  estudiantil y la creación de las propias escuelas, además de enfrentar las complicaciones ante el sistema dual existente.
Si bien, el panorama educativo, no se tornó tan fácil. La escuela secundaria  y el acercamiento a su enseñanza, fueron constituyendo las bases para la formación de futuros hombres conscientes de su destino en la vida. Desde su fundación hasta nuestros días, ha pasado por diversas adversidades pero también, por grandes avances.
Las problemáticas en dicho nivel y en el propio sistema siempre estarán presentes, si partimos de que en el tiempo se irán generando nuevas exigencias, retos y metas por alcanzar que pudieran tornarse inalcanzables.  Asimismo, conviene hacer una mirada retrospectiva sobre las causas y consecuencias que permearon en la conformación y creación de la educación secundaria en el sistema inglés y en un momento dado de la historia ya que, sirven de base para retomar aspectos que se originaron a la par en nuestro país y que pueden ser antecedente inmediato del mismo.
Por: Maryneé Guadalupe Delgado Rodríguez

Referencia: Barnard, H. C. (1971), “Un Nuevo concepto de educación secundaria”, en A history of English education from 1760, London, University of London Press, pp. 231-239.

sábado, 11 de septiembre de 2010

El sistema nacional de educación

La comisión Bryce y el decreto de 1902


A finales del siglo XIX Inglaterra atravesaba por un periodo de guerras, situación difícil que desembocó en el sistema educativo afectando su organización, por ello en 1984 se nombró una comisión encargada de regular las funciones de la educación secundaria y buscar alternativas para resolver las problemáticas presentadas en ese entonces teniendo como principal objetivo el consolidar una estructura más solida y flexible.
James Bryce siendo delegado de la comisión, al tener frente la problemática de un  sistema educativo deficiente junto  a sus comisionados llevó a cabo una labor exhaustiva para obtener información que les proporcionara datos necesarios para confrontar  la situación, de las acciones realizadas destacan el examinar los sistemas educativos de otros países, entrevistar a testigos, mandar cuestionarios etc.
Finalmente se decretó un informe el cual proponía  que en cada municipio y ayuntamiento se establecería una autoridad local para todos los tipos de educación secundaria, la jurisdicción debía procurar que la educación fuera impartida en todos los planos educativos, cubriendo con ello las necesidades de la población, parte de su responsabilidad era el  solicitar a las oficinas centrales recursos para atender las áreas donde carecían de los mismos. El informe también proponía la capacitación profesional  a los maestros en las escuelas secundarias. Es de reconocerse que gracias al informe Bryce se sentaron las bases para lograr el progreso educativo del país y que se mantiene actualmente.
En 1899 la Junta Educativa pasó a ser la nueva autoridad central para la educación básica remplazando al antiguo departamento de educación, sin embargo el problema del control estaba aun sin resolverse, anteriormente ya se habían propuesto nuevas comisiones y decretos pero nada fijo ni con vital trascendencia para la mejora de la educación de la época, no fue sino hasta 1902 cuando, cuando los conservadores asumieron el poder, al salir victoriosos de la guerra de Bóer, como parte de sus principales acciones a ejecutar, elaboraron un proyecto de ley educativa, el cual reorganizaba a la educación con base en los municipios, finalmente se introdujo un sistema nacional de educación terminando así con el desorden suscitado desde hacía ya varios años atrás.

Referencia: Barnard, H. C. (1971), [“El sistema nacional de educación”, “Un nuevo concepto de educación ‘secundaria’” y “El progreso de la educación secundaria”], “A national sistem of education”, “A new conception of ‘secondary’ education” y “The progress of secondary education”, en A history of English education from 1760, London, University of London Press, pp. 204-211, 231-239 y 259-270

Elaboró Anyulli Martínez del Angel

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Adolescencia y educación

Stanley Hall, en el siglo de los estudios sobre la niñez en los Estados Unidos, no sólo sentó las bases de la psicología y la educación que regirían a los infantes, sino que fue más allá y abordó otro de los periodos de mayor cambio en la vida de los hombres: la adolescencia.

La pubertad, definida por él como un periodo de tormentas y tensiones, resulta hoy la piedra angular para el estudio del resto de la psicología del individuo adulto, pues es en esta etapa cuando se define la personalidad e identidad del futuro ciudadano y hombre. Esta cuestión estaba muy presente en Hall, y consideró en su tiempo crear una educación que precisamente definiera ese carácter “deseable” a una edad de extrema sensibilidad, idealismo y recepción de las ideas de los adultos.

La educación, entonces, debía comprender dos etapas: de los 8 a los 12 años, donde se proclamaba una escuela de adiestramiento que combinara la naturaleza y la historia. Pero a los 12 años “debemos cerrar la naturaleza y abrir los libros”, es tiempo de adoctrinar con un método “mecánico, repetitivo, autoritario y dogmático”.

Si nos aferramos a la visión histórica, y decidimos comprender que esos postulados en su momento respondieron a una serie de condiciones y circunstancias de la época, quizá el juicio no sea tan severo. Pero si justamente, criticamos su visión y la tildamos de enciclopédica y tradicional, donde únicamente las fuentes de conocimiento son producidas por los libros y no por las experiencias de los alumnos, y no por la construcción del saber mediante el trabajo colaborativo y cooperativo, entonces estamos en la posición de amonestar, y más cuando ese tipo de perspectivas persisten hoy en día.

¿Se debió realmente cerrar o debemos cerrar la naturaleza, para poder trabajar con el currículo? Si enseñamos sobre la naturaleza considero que lo justo es instruir con la ayuda de ella.

Finalmente, ¿qué clase de futuro ofrecemos, maestros de adolescentes, a nuestra sociedad con un aula dogmática, mecánica, repetitiva y autoritaria?    

Por José Luis Manguila G.





Referencia: Hall, Stanley (1975), [Adolescencia] Adolescence, vol. 1, Nueva York, Ayer Company Publishers, pp. VIII-XIX. [Primera edición en ingles, 1904.]

Ciencia, darwinismo y educación

Los estudios que realizó Stanley Hall fueron orientados por otras investigaciones, las cuales tuvieron gran impacto en él y fungieron como hilo conductor en su travesía por el desarrollo evolutivo de los niños y adolescentes.

Entre las más destacadas investigaciones que coadyuvaron en su trabajo se encuentran, por un lado, la difusión de los estudios realizados por Charles Darwin en el que proponía una tendencia evolutiva por parte de las especies como respuesta a la transformación de su entorno, y por otro, la nueva psicología consagrada al estudio científico de la conducta humana y de los fenómenos de la mente. Stanley conjugó ambas investigaciones para obtener de este modo su tésis fundamental: "Ley psiconómica general".

El "Darwin de la mente", como también era conocido, propone que "el desarrollo del organismo individual recapitula la evolución de la raza", es decir, cada una de las etapas por las que pasa el individuo corresponde más o menos a una de las estapas ya recorridas por la raza humana; de lo anterior deducimos que, la etapa de la niñez corresponde a la etapa primitiva de la humanidad, por ejemplo. Es así como plantea el desarrollo cognoscitivo de los niños y posteriormente de los adolescentes, sostiene que para la correcta transición de una etapa a otra se requiere de un estímulo el cual debe ser proporcionado por la escuela, es aquí donde estriba el nexo entre la psicología general de Hall y su aplicación a la pedagogía.

Entonces, tenemos que la escuela juega un papel fundamental en el aterrizaje de la teoría propuesta por Hall, ya que buscó transformar la escuela escoliocéntrica, vigente en esa época, que no contribuía para nada en la transición de estas etapas pues pretendía adaptar al niño a la escuela, en una pedocéntrica la cual se adaptaba al niño a través de planes que estuvieran acordes a su desarrollo máximo. Es así como Stanley Hall propuso un cambio sustancial en el terreno educativo, pues como acertadamente sostuvo: "Ninguna educación podrá ser meritoria -y mucho menos eficaz- si se persiste en ignorar la naturaleza, las necesidades y el desarrollo del alumno".

Está por demás reconocer la importancia que estos aportes tienen en la comprensión del desarrollo del alumno, dejando de lado el hecho de la correspondencia o no a una etapa de la raza humana, lo cierto es que la enseñanza debe adaptarse a las necesidades del alumnado lo que implica un mayor esfuerzo por parte del docente ya que, desde mi punto de vista, la única forma de atender estas necesidades es mediante el trabajo previo, la investigación y la actualizacíón por parte del mismo.

Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Qué tan interesados o comprometidos estamos respecto al desarrollo integral de nuestros alumnos?

Elaboró: Ana Victoria Benito Lagunes



Referencia: Cremin, Lawrence A. (1969), "Ciencia, darwinismo y educación", en La transformación de la escuela, Buenos Aires, Bibliográfica Omeba, pp. 79-82.