lunes, 25 de octubre de 2010

El universo discursivo en el cual se crece





“La máquina social no requiere ni desea que la juventud encuentre su identidad y vocación; se interesa solamente por la aptitud. No desea una nueva iniciativa, sino la conformidad”.
La máquina social no desea que la juventud encuentre su identidad, porque generalmente cuando se le encuentra a estas edades es fermento de ideas radicales y reaccionarias contra el sistema impuesto por los adultos. Una revolución natural del adolescente que se percata de la explotación, represión  y aprovechamiento que los distintos mecanismos despliegan sobre el “mercado” más propicio.
¿Pero qué sucede con aquellos jóvenes que habiendo encontrado su identidad se conforman con lo que les ofrece el sistema? Se vuelven tímidos, desconcertados y hambrientos sexualmente, consumen banalmente todas sus horas y están a la expectativa de la corrección que el adulto haga sobre sus actitudes y comportamiento. Tal pareciera que simular, sería la alternativa más factible para mimetizarse en el ambiente y continuar reproduciendo el orden imperante.
El adolescente vive una gran disyuntiva: lo que su carácter, temperamento y sentimientos le indica que puede realizar y lo que la sociedad impone como valores que ni siquiera respeta ella misma. Ante ese universo discursivo en el cual se crece, el apoyo de los docentes como andamio reflexivo y crítico es fundamental para lograr miembros conscientes que no perpetúen los viciados mecanismos de funcionamiento social.
Goodman, Paul (1985), “El universo discursivo en el cual se crece” en Olac Fuentes Molinar (comp.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, SEP/El Caballito, pp. 65-88.
Por José Luis Manguila García

4 comentarios:

  1. El adolescente se siente excluido por la sociedad que se le impone con sus reglas de dominación y prejuicios, ante tal situación puede tomar dos caminos, conformarse o rebelarse.

    Se etiqueta a los adolescentes como parte de las principales problemáticas que rigen a la sociedad y se maneja un doble discurso, por un lado se les afirma que son el futuro para alcanzar el desarrollo de la sociedad idealista, mientras que por otro lado también se les acusa de ser la causa que impide alcanzar tal objetivo. Por ello adquieren una u otra postura ante lo que dicta el sistema, ¿Qué podemos hacer? Si queremos formar ciudadanos integrales y democráticos que aporten a la sociedad, habrá que tomar en cuenta lo que sostiene José Luis al final del texto, proporcionarles nuestro apoyo y coadyuvar al logro de tales finalidades.

    ResponderEliminar
  2. Cuán difícil resulta entender al adolescente, pero cuán fácil suele ser visualizarlo como ente principal del consumismo en diversas épocas. Hoy día, la esfera comercial se está enriqueciendo del consumo desmedido de los jóvenes, quienes ignorantes de toda la psicología y proceso de mercadeo que manipula de cierta forma la mente del adolescente, al ofertarle productos que “satisfacen” sus necesidades del momento, antecedidas por la moda. Ésta situación se está convirtiendo en una grave preocupación al situar al joven como foco de una gran ola de información mal manejada así como, fuentes de consumo que pueden dañarlo inconscientemente en diversos sentidos.

    En este tenor, es de suma importancia que como docentes brindemos a nuestros jóvenes una gama de información que los orienten a ser críticos y reflexivos de las circunstancias comerciales de la época en la cual viven, para que éstos adquieran y asuman el consumo de determinados productos con plena consciencia y juicio de las repercusiones que pueden ocasionarles.

    Por: Maryneé Guadalupe Delgado Rodríguez

    ResponderEliminar
  3. Resulta interesante conocer los aspectos que la misma sociedad maneja de manera aparentemente discreta pero sobre todo persuasiva, ya que muchos de nuestros alumnos e incluso nosotros mismos, hemos sido manejados inconscientemente de acuerdo a intereses de grupos hegemónicos a los cuales no les conviene que las escuelas desarrollen cabalmente lo planteado por el discurso educativo.

    Si el verdadero desarrollo de los estudientes dentro y fuera del aula se llevara a cabo como lo plantean los planes y programas, si en nuestros alumnos existiera un juicio crítico y analítico que fuera más allá de lo estipulado, demasiadas viejas costumbres estarían en peligro. Ante esta situación me pregunto por qué aun no han ocurrido dichos cambios, si las condiciones y el sustento teórico se tiene, ¿es acaso la escuela un mecanismo de control o una verdadera generadora de cambios?

    ResponderEliminar
  4. Se supone que en El universo discursivo en el cual se crece según Paul Goodman al lado de nuestra tecnología del exuberancia, de la paz civil y las ofertas educativas y culturales, es muy difícil para un adolescente norteamericano preparar hacia la independencia, encontrar esa identidad, ese sentido de pertenencia en la social en la que se desenvuelve, sin a cercarse conservar por iniciativa a lo científico, hábitos académicos, cosas productiva y un lenguaje correcto y adecuado.

    Por lo que desafortunadamente, la filosofía envolvente a la que se habitúan los jóvenes de hoy es con el conformismo, es el entendimiento de la ortodoxia de un artefacto social que no se interesa por las personas, especialmente por los infantes, salvo para el mando y la extensión de sí misma. Siendo un panorama con muchos complejos para los jóvenes y las nuevas generaciones, siendo la escuela quien tiene que intervenir para hacer las cosas distintas.

    ResponderEliminar