lunes, 25 de octubre de 2010

Una Nueva Política de Progreso



El acto de limitar e ignorar los derechos fundamentales de todo individuo o de un grupo social por el color de su piel, origen étnico, sexo o preferencia sexual es y ha sido uno de los mayores problemas que han existido en la historia y en la propia actualidad. La discriminación e intolerancia hacia lo contemplado como “diferente”, conforman en nuestras sociedades un largo y complejo camino por abatir, ante la cultura de rechazo y segregación aun imperante a nivel mundial.

Durante la segunda mitad del siglo XX, una serie de movimientos sociales encabezados por grupos de protesta, manifestaron su inconformidad ante las injusticias que éstos protagonizaban entre la población estadounidense. Fue entonces, que alzaron la voz en diversos escenarios con la convicción de exhibir las desigualdades de tipo económico, político y social de las cuales eran víctimas. Feministas, afroamericanos, minusválidos, hispanos y nativos americanos, marcharon hacia un largo camino en defensa de sus derechos y la lucha en contra de la segregación presente en ese entonces.

Un proceso, sin duda alguna difícil por las disputas surgidas entre miembros de tales grupos y el resto de la población estadounidense e inspirado por ideas de líderes denominados “activistas”, quienes pugnaron juntos por un “progreso” en todos los sentidos, escudándose en que la educación constituiría la clave para el logro del mismo. Las diversas propuestas, encaminadas hacia el establecimiento de escuelas públicas que abrieran sus puertas a todo ciudadano sin distinción alguna, fue convirtiéndose poco a poco en realidad, aunque surgieran con ello numerosas aristas que pusieran a prueba qué tan eficiente había sido el denominado “progreso” alcanzado hasta el momento.

La educación, vista como el instrumento más poderoso que ayudaría a velar por una desegregación, no sólo fue vista como un canal hacia la disminución de las desigualdades de oportunidades propias de la época, sino como una herramienta para el avance de la sociedad estadounidense como tal en las siguientes décadas.

Ahora bien, la lucha contra el imperialismo cultural estadounidense de todos los tiempos, ha permitido entender de nuestra parte que el progreso en su sentido amplio no se logró como tal y que es muy ambicioso pretender que éste, se llevará a cabo en un momento determinado. El presente de Estados Unidos, afronta más que un problema de oportunidad educativa. En los últimos años, la desigualdad y exclusión en dicho país se ha venido acentuando. Cada vez, se incrementa la diferencia entre ricos y pobres, por tanto las consecuencias de esta situación son múltiples y ya están produciendo importantes cambios en la dinámica económica, la estructura social y la participación política.

Entendiendo que los derechos humanos, son privilegios que todos gozamos y que son la libertad e igualdad, aquellos principios que promueven el aprecio por los mismos, resulta preocupante cómo en dicho país se ignoran éstos y se da apertura a la discriminación, intolerancia y exclusión entre quienes conforman parte de su estructura social.

Considero que el conocimiento de las diversas manifestaciones culturales, el respeto de los derechos humanos y el fomento de la pluralidad de ideas y opiniones son algunas formas de acabar con los prejuicios y la intolerancia, no solo de Estados Unidos sino del mundo, pues es mediante una actitud receptiva y abierta que pienso, puede terminarse con aquellos problemas que limitan la convivencia humana en todos sus sentidos. 

Por: Maryneé Guadalupe Delgado Rodríguez

Tyack, David y Larry Cuban (2000), “Una nueva política de progreso”, en En busca de la utopía. Un siglo de reformas en las escuelas públicas, México FCE/SEP (Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 55-60.

5 comentarios:

  1. La segregación racial, el sexismo y la exclusión son producto del miedo natural del hombre hacia lo diferente, lo extraño o simplemente hacia todo aquello que contravenga el orden imperante. La escuela, en lugar de ser la palanca que propicie cambios sociales, se convierte en el mejor de los casos en una simple reproductora de la ordenanza social establecida, y en el peor panorama, es el germen de conductas antisociales llevadas, por su cercanía a lo obsesivo, a las calles de la ciudad.

    Las feministas, en la década de 1960, proponen una escuela exclusiva para un solo sexo, una escuela donde seguramente evitarían el sexismo acaecido en las instituciones públicas, sin embargo, qué pasaría cuando se enfrentaran al mundo laboral, a la vida cotidiana, ¿tratarían de juntarse con las de su mismo sexo? No, muy posiblemente se verían forzadas a colaborar tanto con sus semejantes como con los hombres.

    La escuela mexicana tiene similares soluciones a las que proponían las feministas, por ejemplo en sus aulas, los niños van uniformados, para que no se noten sus condiciones socioeconómicas, pero ¿qué sucede fuera de sus paredes?, los mexicanos discriminan al pobre, someten al indígena, separan al minusválido, señalan al homosexual, etc. Y todo es producto de esa institución “formadora” que les negó una convivencia en las diferencias, que les cerró las puertas de la enseñanza basada en valores aprendidos en la práctica.

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  2. De la siguiente cita: “Tal vez se necesitara alguna forma de separatismo y una definición pluralista de progreso que remplazara a la antigua noción de igualdad como mismidad”

    Tenemos que, en diferentes sociedades resulta constante la presencia de grupos segregados por la dinámica de la misma, tal parece que es la naturaleza del ser humano la que ocasiona éstas diferenciaciones, ya que desde tiempo atrás ha existido un ir y venir entre los débiles y fuertes, los que ejercen poderío sobre otros y los subyacen ante el mismo, los ricos y pobres es así como dicha dualidad parece no tener fin, ¿algún día podremos llegar a un estadio igualitario o mejor dicho, equitativo?


    Hago referencia a la naturaleza humana debido a la cita que extraje del texto de Tyack, ya que a pesar del múltiple esfuerzo por parte de los grupos segregados para manifestarse y exigir lo que por derecho les corresponde sobre todo en el ámbito educativo, terminaron cediendo ante los desfavorables panoramas con lo que se encontraron pues mientras obtenían un logro en un aspecto de inmediato encontraban obstáculos en otro. Hasta que concluyeron que en lugar de ‘luchar’ contra las prácticas tan arraigadas en la dinámica escolar era preferible pensar en el “control de las escuelas en sus propias comunidades” y de ese modo preparar a lo miembros de su comunidad (grupo social) para competir con otros, desarrollando un sentido de pertenencia desmedido, tal y como lo evidencia la película de Malcolm X cuando, en un inicio, una chica blanca se acerca a él y éste la rechaza por el hecho de no pertenecer a su comunidad (afroamericanos) de este modo vemos cómo el patrón de discriminación se repite.

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  3. Considero a la desigualdad, o mejor dicho la inequidad como el mayor prejuicio que afecta a la sociedad, por tal motivo en aquel entonces es que surgieron múltiples reformas educativas en busca de soluciones para cada uno de los grupos protestantes que exigían les cumplieran sus demandas, la educación fue concebida como principal agente reformador dentro del sistema para atender tales parcialidades sociales, sin embargo estas continuaban persistentes, ante tal panorama social de ese entonces e incluso persistente en la actualidad, donde la discriminación y las diferencias permanecen constantes qué se puede ofrecer para sobrevivir ante tal opresión, es increíble como se ha tratado de atenuar tal problemática en la sociedad durante años y en nuestros días seguir vigente, claro disfrazada para tratar de pasar desapercibida y sin embargo beneficiando solo a unos cuantos. Con ello me refiero a lo que se ha hecho alusión en textos anteriores acerca la institución escolar la cual es vista como una empresa.

    ¿Cómo formar a los adolescentes para que enfrenten a esta sociedad imperante que los trata de controlar a su beneficio?

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  4. cabe destacar que en los Estados Unidos el avance después de la década de 1960 no significó lo mismo para todos los integrantes de la unión americana, puesto se tenía en este país una cultura dominante, basada en los valores del éxito, relaciones sociales y políticas conformistas, así como una aparente estabilidad. Como consecuencia se desarrollaron nuevos estilos de reforma que se basaron en la doctrina de que el progreso individual y social exigía el progreso en la escuela, por lo que puedo decir que se tenia una idea erronea de lo que significa estar y vivir con equidad.

    Como ejemplo en 1967 casi un tercio de los estudiantes de secundaria en los Estados Unidos abandonaba la escuela antes de graduarse, en su mayoría eran negros, pero también los hispanos y los alumnos con necesidades especiales no tenían las mismas oportunidades que los blancos. Por lo que las autoridades iniciaron a invertir en la educación de las minorías, puesto que éstas se pusieron en protesta, y como siempre suele ser hay que alzar la voz al gobierno para que éste reaccione en las clases bajas.

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  5. ¿tendrá que pasar lo mismo en México?

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