La incorporación de algunas ideas propuestas en los informes dio al sistema educativo inglés una configuración digna de ser adaptada a países con situaciones similares. Los factores que desembocaron en la aceptación de la secundaria inglesa fueron de tipo:
· Social: El reconocimiento de que la educación es sinónimo de movilidad social, y permite a los miembros jóvenes de la familia ocupar puestos más altos que el obtenido por los padres. Aumento de la proporción de alumnos de clase obrera en las grammar schools que desafiaron el predominio de la clase media.
· Económico: Más y más personas tuvieron la oportunidad de utilizar parte de su aumentado ingreso para ofrecer una escolaridad extendida a sus hijos. La diversidad de ocupaciones exigía cierto nivel general de capacidad en alguna área de formación.
· Políticas: El partido detractor de las modificaciones y apoyo infraestructural a la secundaria (el conservador) dio su apoyo, después de haber argumentado durante el periodo de guerras que la mayor inversión debía darse en sectores como el de salud o la industria bélica.
La revolución silenciosa de la secundaria inglesa dejó su lego para la posteridad y para otros países. Asentó que el maestro de todas las materias debía ser reemplazado por maestros con especialización en una disciplina y que los exámenes de ingreso debían sujetarse al currículo y no determinarlo.
Respecto al último párrafo vale la pena comentar, el retroceso que en la práctica se ve en la educación mexicana, donde la constante aplicación de exámenes para determinar el logro de los alumnos y así obtener dadivas de alguna organización, ha provocado la malversación de las clases en el aula, donde se prioriza la preparación para aplicar las pruebas y no un avance por el simple hecho de cumplir con un currículo.
Para la reflexión queda la siguiente cita obtenida del Plan de Estudios 2006 de educación secundaria:
La evaluación es un proceso continuo de obtención de información que no se reduce a la aplicación periódica de pruebas. Por lo cual es necesario, dentro de lo posible, eliminar las actividades que no promueven el aprendizaje, tales como dedicar tiempos especiales a preparar a los alumnos para la resolución de exámenes, o proporcionarles “guías de estudio” que sólo sirven para memorizar información y pasar un examen.
Elaboró José Luis Manguila García
Elaboró José Luis Manguila García
REFERENCIAS: Bernbaum, Gerald (1971), “A silent revolution’”, en Social changes and the schools, 1918-1944, London, Routledge and Kegan Paul, pp. 73-92. SEP (2006), “Evaluación” en Educación Básica. Secundaria. Plan de Estudios 2006, SEP, México, p.53