lunes, 17 de enero de 2011

¿Hacia dónde debería ir nuestra educación secundaria y bajo qué modalidad?




Este planteamiento resulta complejo y difícil de desglosar, sobre todo si lo que se pretende lograr es bajo un enfoque presciptivo. Ciertamente no se puede decir con certeza hacía dónde debería ir nuestra educación secundaria ni bajo qué modalidad debería funcionar, prueba de ello son las cientos o tal vez miles de propuestas que expertos en la materia realizan con base en investigaciones que toman años para realizarse. Estas múltiples visiones de lo que debería ser o no la educación secundaria responde al hecho de que los seres humanos gozamos o padecemos de la diversidad.

Es la diversidad inminente la que nos lleva a pensar que resulta incongruente aterrizar modelos educativos que no se adapten a las necesidades particulares de la población; si no fueramos diversos un modelo global bastaría para desarrollar en plenitud las sociedades de todo el blobo terráqueo. Pero ésto no es así. La diversidad es una realidad que ha significado a lo largo del tiempo una brecha de desigualdad en todos y cada uno de los países. En cuanto al ámbito educativo por ejemplo aquí en México establecer un modelo educativo que responda a las necesidades de cada estado sería una tarea casi imposible además de que relegariamos de nuestra identidad nacional. Es así como resulta común identificar los aspectos negativos a modelos educativos "innovadores" y a otros que no lo son tanto, lo cierto es que por una u otra razón éstos no logran cubrir las expectativas y terminan por reformarse o cambiarse totalmente.

Pienso que muy pocas veces hemos dado la oportunidad a un modelo educativo para que manifieste los resultados que normalmente son a lago plazo, creemos que la calidad prescriptiva con la que se elaboran debe contemplar hasta el más mínimo detalle siendo que en la implementación también entra en juego las habilidades docentes para adecuar aquello que no esté conmplado, esa habilidad para buscar medidas alterna y no enfrascarse por el hecho de que el modelo no considera tal situación.

Nuevamente la tarea reace en el docente y con esto no pretendo juzgarlo como culpable ni victimizarlo por los resultados obtenidos hasta el día de hoy, lo que pretendo es reflexionar acerca de que, tal vez,  la solución para salir de esta zona nebulosa no esté en cambiar o reformar modelos educativos en general sino enfocarnos en detectar cuáles son las necesidades y las deficiencias de los que aterrizan los modelos educativos en la praxis: los profesores.

Elaboró: Ana Victoria Benito Lagunes


Refrencias: Macedo, Beatriz y Katzkowicz, Raquel (2001), “¿Hacia dónde debería ir nuestro educación secundaria y bajo qué modalidad?”, en Educación Secundaria: Balance y Prospectiva (documento de discusión). Santiago de Chile: Séptima reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe

No hay comentarios:

Publicar un comentario